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CRÓNICAS HOTELERAS

Tortura China

Para la gente normal, un día de viento es: ¡Uyyy... qué viento más tonto hace¡ Y si encima llueve pues ¡Qué tiempo más malo está haciendo¡ Para mí, que haga viento un poco más fuerte de lo normal quiere decir que voy a tener que soportar una serie de llamadas de personas con la angustia de no saber si sus ventanas en la habitación van a salir volando, dejando entrar hasta dentro todo. Los marrones llegan sin retrasarse y matemáticamente: Viento fuerte + lluvia = Jaleo en recepción.

Desde aquí quiero gritar: ¿Quién ha sido el ingeniero que ha diseñado una terraza con la inclinación del suelo hacia la fachada del edificio del hotel? ¿Cómo es posible que no se diera cuenta que ese agua de lluvia tiene que buscar una salida y es , justo, en el centro de la cama de la habitación de debajo?

En China había una tortura que consistía en colocar al reo boca arriba y que una gota de agua fuera cayendo en su frente hora tras hora, día tras día, ahí pondría yo al ingeniero...

3 comentarios

cronicas hoteleras -

Y como siempre, las broncas a quien está tras el letrero de recepción...no falla.

Lechuzo -

En esta casa, el salón de desayunos tiene unas cristaleras que cuando llueve cae el agua a chorros, en el precio no van incluidos los paraguas.

Nocturno -

jejjeje si te cuento que aquí en la mitad de las habitaciones no se pueden cerrar las ventanas... menos mal que llueve "poco"...